Nuquí, el paraíso mejor guardado de Colombia
Actualizado: 28 de ago de 2020
Nuquí paraíso en el Chocó
Amo este pedacito de tierra, y cada que necesite descansar y desconectar seguro Nuquí que te visitaré. Debes salir del Aeropuerto Olaya Herrera que está ubicado en la ciudad de Medellín, el vuelo se realiza en avioneta y sobrevuelas una parte de la cordillera de los Andes, y te vas enamorando de los verdes que serían imposibles de clasificar, porque cada verde cambia dependiendo de la hora que lo veas. Ves las autopistas fluviales que conectan todo el país, el río Cuaca y Atrato que baña a pequeños poblados a su paso. Si quieres conocer Nuquí, aquí te proponemos una ruta haz click aquí 🐳.
¡Y luego de la nada o del todo aparece la selva! es tan extensa y tupida que si me cayera sobre ella seria una noche eterna, porque está completamente llena de vegetación que ni los mismos rayos de sol tienen por donde entrar. Y Al fondo, mientras avanzas aparece el océano Pacifico, y aterrizamos.
A nuestra llegada nos esperaba el Lanchero para llevarnos a nuestro hotel. Nuestra recomendación es que para este destino debes llevar ropa cómoda, buen calzado para caminar en la selva, anti mosquitos y vestido de baño. A la llegada al pueblo te recomendamos que compres provisiones de cositas para comer, en la playa que visitaremos viven con cosas muy básicas por lo que es difícil encontrar tiendas abiertas.
Qué hacer en Nuquí
De Nuquí, salimos a las playas de Guachalito en el golfo Tribugá. Íbamos en la lancha y como fuimos en Agosto, nuestro lanchero nos dijo que era posible que viéramos delfines y las ballenas jorobadas en el camino (no tuvimos suerte en esta ocasión) . ¡Si me hubieran llevado con los ojos vendados a este lugar, juraría que estoy recorriendo las playas de Tailandia rumbo a las míticas playas de Krabi, pero estamos en Colombia, y llegamos a nuestro paraíso, Guachalito, y el mundo se paró, llegó la calma y la vida empieza a tomar sentido. No hay buena señal de celular, por lo que las pantallas se cambian por el paisaje que ofrece este mágico destino.
No hay muchos hoteles, y no hay muchos turistas, no hay luz eléctrica en el día, el agua es tomada de un manantial dentro de la selva. Llegamos a nuestro hotel al frente del mar, estaba compuesto por pequeñas cabañas privadas, y con el mejor servicio que te puedas imaginar. Todo muy sencillo, porque acá deja de importar el lujo, el lujo es en este lugar la naturaleza, la gente, la comida y la energía. Celina fue nuestra chef, la mujer más amable que nos alimentó por siete días y adicional nos enseñó a cocinar. Nos enseñó a preparar arroz con coco. La comida era completamente fresca, cultivada en el lugar, pescada ese mismo día. Un lujo que no siempre tenemos en nuestras casas.
Teníamos muchos planes por delante, bucear, kayak, caminar selva adentro en búsqueda de las ranas venenosas, visitar los termales, y la más anhelada de todas, avistar la ballena jorobada. Y creíamos que íbamos de plan de descanso y era tanto lo que tenia este lugar por darnos que nos quedamos cortos en la semana que estuvimos. En las mañanas salimos a caminar por la playa y nos encontrábamos pequeños riachuelos que llegaban al mar, y empezábamos a bordearlos selva a dentro y muy a muy pocos metros de la playa llegábamos a grandes ríos y hermosas cascadas de agua completamente cristalina y limpia. Nos bañamos en la quebrada de los abuelos y los enamorados. Son planes para unas pocas horas y se pueden hacer por tu cuenta en unas dos o tres horas.
¡Una de las tardes fuimos con un lanchero experto en la búsqueda de la Ballenas Jorobada! debes saber dónde verlas y estar comunicados con los diferentes guías para encontrarlas seguro. Llevábamos una hora aproximadamente buscando y de la nada aparece una ballena con dos pequeños ballenatos al lado, esos animales tan gigantes, tan tranquilos, y se ponen a jugar al frente nuestro. Una experiencia única que solo puedes vivirla en esta zona de Colombia de Agosto a octubre aproximadamente.
Las mejores olas de Colombia para surfear se encuentran en este lugar. Así que tomamos una clase uno de los días, no aprendimos nada porque era imposible para mí, tengo que seguir buscando mi equilibrio. (Ups)
¡Dos mañanas adicionales nos fuimos bucear! a recorrer otro mundo, el submarino! en ese si lo único que queda es conectar con el presente, vivirlo plenamente. Empiezan a parecer cardúmenes de diferentes peses, corales divinos, ¡caballitos de mar y por suerte una tortuga gigante y una manta raya! Todos todos los días un rato de playa, una playa enorme sin gente, sin nadie a mi alrededor.
¿No te parece que todo esto es el paraíso? ¡Para mí es el mejor lugar de mi país!
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